Lousteau confiesa su infierno personal: "le acaricié el bebé a Juanita y me gustó"

"No se si sentirme un pedófilo, un mal tipo, o un idiota con suerte", inicia la charla informal Martín Lousteau, quien otrora fuera presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, luego Ministro de Economía de la Nación, para más tarde dedicarse a tener novias famosas y escribir libros marketineros para colmar sus bolsillos con dinero fácil.
Se lo ve un poco triste al hombre, luego de ser descubierto a los besos con la nieta de Mirtha Legrand un miercoles a las tres de la tarde. "Lo que pasa es que como ya no trabajo, tengo tiempo libre y me dedico a esto", "¿qué es ésto?" pregunta el entrevistador, o sea yo. "A buscar carocitos, comer bien, son los beneficios de pasar por el ministerio de economía, Boudou y Carlos Fernandez lo saben bien". ¿quien es o fue Carlos Fernandez? pregunta este pseudo-cronista. "El barbudo que hizo de ministro de Cristina después de mi, luego lo reemplazó Boudou". Una frase se repite una y otra vez en mi mente de periodista raso, una y otra vez: "cuando sos famoso, sos clase alta, no parás de montar y eso te cambia la cabeza para siempre, ya no querés laburar más, eso es para los pobres". Es una frase larga, pero se repite una y otra vez en mi mente. "Hablemos de economía" propone Lousteau, "pero de economía 3D" aclara astutamente. Le pregunto entonces si vio alguna ecografía 3D del bebé de Juanita, y el economista rompe en llanto. Hace una pausa y se limpia los mocos con un pañuelo de papel. Tiene cuarenta años y está a punto de hacer una gran confesión. "Le acaricié el bebé a Juanita y me gustó" susurra entre sollozos. "No se si sentirme un pedófilo, un mal tipo, o un idiota con suerte", vuelve a decirme el entrevistado. Pienso que todo es circular, aunque las Juanitas Viales lo ignoren por completo.