No le ganamos a nadie, por Edgardo Pasman

Argentina 4 - Nadie 1, ese fue el verdadero resultado del partido. La selección nacional viene de desacierto en desacierto desde las eliminatorias, a pesar que la suerte "maradoneana" y el talento mal aprovechado de Messi, le han permitido algunos triunfos menores. Como tituló Clarín por la victoria ante Nigeria: "Messi más diez". El equipo no existe. Primero un gol en contra de los coreanos (¿alguien puso plata?), después Higuaín define sin marca (¿en offside?), algo extraño en este equipo coreano obsesivo de la marca asfixiante (definitivamente alguien les pagó para perder). Luego se notó la falta de un conductor, se extrañó a Riquelme, un hombre que juega y hace jugar, cosa que Tevez no es. Demichelis demostró su gran momento errando el cabezazo en el área rival para que el jugador coreano la metiera en contra y posteriormente cediéndole la pelota a Chung Yong Lee para que se diera el gusto de meterle un gol a Argentina. Y podría haber llegado otro en un mano a mano de un jugador asiático con Romero, que es un arquerito al que no le da para disputar un mundial, y que hasta ahora no atajó ni una de las pelotas difíciles, esas que hacen la diferencia.
Después, cuando las papas quemaban y Argentina estaba por perder el encuentro, apareció una jugada aislada de Messi, que nada tiene que ver con la táctica y la estrategia, y definió el partido con dos jugadas personales a lo ogro Fabbiani, que Higuaín convirtió en gol debido a la nula marca de los coreanos, que serán muy buenos para hacer televisores pero de fútbol no saben nada.
Encima Grecia ganó y tiene posibilidades de clasificar. Y estos griegos tienen un equipo sólido, que no depende de un solo jugador para ganar, saben a que juegan y seguramente complicarán a la Argentina, que tiene serias chances de quedarse afuera del mundial. Como dijo un periodista que no me acuerdo el nombre, "la realidad es la única verdad", aunque a muchos les cueste verla.