Pelea en 678 tras conocerse que Hillary Clinton indagó sobre la salud mental de Cristina

Una verdadera batalla de egos se ha desatado en 678 entre los obsecuentes, semiobsecuentes y los hiperobsecuentes. Es que la divulgación de varios cables secretos revelados por el sitio WikiLeaks acariciaron la llaga de la polémica, hasta hacerla sangrar.
Según reveló WikiLeaks, el Departamento de Estado de USA calificó a la Presidenta Cristina Fernández y al ex primer mandatario Néstor Kirchner como “ácidos, impermeables al consejo ajeno y paranoicos del poder”, entre otras cosas. Pero lo que desató una verdadera hecatombe en 678 fue la revelación de que Hillary Clinton indagó sobre la salud mental de la presidenta argentina.
Cabe recordar que recientemente Bill Clinton vino al país, se reunió con la Presidenta y posteriormente dio una conferencia ante empresarios en la cual elogió al gobierno.

Lo anterior fue completamente ensalzado en los informes de 678 (en los que se llegó a calificar al ex presidente estadounidense como "el Bill que le gusta a la gente"), y que incluyeron alabanzas de parte de Orlando Barone  a Clinton, del cual se asegura en el informe que "es considerado como uno de los mejores presidentes norteaméricanos de todos los tiempos".
Esta gran contradicción volvió a ocurrir cuando Hillary visitó el país y felicitó por la política que viene aplicando el gobierno de Cristina en torno a la deuda externa.
Pero ahora, tras conocerse que Hillary Clinton anduvo consultando sobre "el temita" de la salud mental de la presidenta argentina, en el programa producido por Diego Gvirtz comenzaron a preguntarse que hacer con la cuestión. Algunos sostuvieron que lo mejor era no hablar sobre el tema, otros dijeron que a "Hillary hay que hacerla mierda", unos que "hay que separar a Hillary de Bill" y otros afirmaron que lo mejor era hacer un informe "como si los anteriores no hubieran existido".
Luego de un intenso debate, que derivó en una pelea con "piña, patada y garzo", se decidió que lo mejor era "separar a Hillary de Bill", a la vez criticar a los medios y hablar de "casos de distinta vara" para desviar el foco de atención.
Después de lo anterior Gvirtz preguntó una vez más: "¿y quien defiende el informe?", entonces se le escuchó decir a Barone "¿y quien va a ser?", tras lo cual Orlando agarró un bidón de trotyl a la vez que comentó su frustración por no aparecer en los cables de WikiLeaks.
Entretanto el canciller Héctor Timerman, quien justo estaba invitado al programa, pidió que por favor no muestren su foto con Hillary. "Da mal", sostuvo.
Así las cosas, en el ciclo conducido por Galende ya se preparan por si a WikiLeaks "se le ocurre mostrar los mails de Jaime o alguna de esas truchadas", tal como confesó el capocómico Cabito poco antes de zambullirse en la tribuna de 678.