
Hay que decirlo, unos días antes de su fallecimiento el hombre no tenía muchos adeptos. Pero hasta un par de meses después de su deceso, su historia fue tema de conversación de todos los argentinos, que lo recordaban como aquel entrañable "padre de la democracia". Al conmemorarse un año de su muerte, algunos lo homenajearon afectuosamente, y desde hace unos meses ya nadie se acuerda de Raúl Alfonsín.

Según el índice "SG", donde se compara la popularidad de las principales figuras del país con la de Susana Gimenez, la popularidad de Raúl Alfonsín llegó al 0% en noviembre del año pasado, pero fue un tema tan poco relevante para la actualidad argentina, que recién ahora se dan a conocer estas escandalosas cifras, que nos obligan a reflexionar sobre el modelo de país que tenemos y el que deseamos. Incluso actores de segunda o tercer línea como Matías Alé ó el tipo que hace de Eber Ludueña, alcanzan niveles de popularidad superiores a los del ex primer mandatario Alfonsín, cuyos valores políticos han sido claramente olvidados (o negados) por los principales referentes del radicalismo actual.
Una muestra de ello es el Taller del Pensamiento Alfonsinista, una idea que no logró adeptos. Como se ve en su grupo de Facebook, 109 invitados confirmaron que iban a asistir a "este evento". 194 dijero que "quizá asistan", 242 avisaron que "no asistirán", mientras que 931 quedaron "en espera de respuesta" para confirmar su presencia en este "apasionante taller" para todas las edades.
Así las cosas Ricardo Alfonsín, el hijo del entrañable "padre de la democracia", o sea una especie de "hermano de la democracia", intenta convencer a los opositores de que puede fagocitarse el recuerdo de su padre y ser una opción presidenciable, aún cuando hace solo unos años apenas quedó cuarto en las elecciones para gobernador de la provincia de Buenos Aires y hasta perdió una interna con Stolbizer.
Claro que para que el "pariente de la democracia" se presente como candidato a presidente por la UCR primero deberá superar al "padre del voto no positivo", Julio Cobos. De esta manera se vislumbra una interna en la que los calificativos de "anodino", "tarambana" e "intrascendente" serán utilizados para descalificar a cualquiera de los dos candidatos. Aunque tal vez el peor agravio que se les pueda decir sea "radical".
Said
No tengo a donde dejar a mi nene y a mi abuelo para ir a la cancha, no los puedo dejar en el taller de pensamiento alfonsinista? dice que es para todas las edades, seguro que la pasan barbaro
Said
... y, seguro que por lo menos comen, los curan y los educan.
Said
¿Alfonsín?, ¿quien es Alfonsín?
Said
soy radical y tengo que admitir que lo que dice la nota es verdad, la UCR perdio el rumbo, no hay union, no hay civismo y lo más grave de todo, no es radical en cuanto a sus convicciones, se cambian de acuerdo a las conveniencias coyunturales.