Duras protestas contra la reforma del Código Contravencional en Capital Federal

La reforma del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires que impulsara recientemente Mauricio Macri perjudica la actividad de cuidacoches, limpiavidrios y aquellos que utilicen capucha. Para algunos esto sería una clara criminalización de la pobreza, mientras que para otros, se estaría iniciando una dura batalla contra la mafia que domina las calles porteñas, como advierte El Cronista al indicar que "En la Capital Federal, los cuidacoches pueden recaudar hasta $ 1.200 en un día".
Los mayores afectados ya han comenzado las movilizaciones para protestar contra la reforma del Código, uniendo a personajes de diversas ideologías para pelear por su libertad de trabajo y expresión.
Así las cosas, el pasado sábado pudo verse a Batman -el encapuchado más famoso del mundo- junto a miembros del Ku Klux Klan argentino, manifestarse en el Obelisco portando banderas que decían "No a la criminalización de la capucha" y "Caperucita usaba capucha y no era un negro delincuente".

Al mismo tiempo, la agrupación Quebracho destruía algunas marquesinas de comercios aledaños a manera de prueba de una nueva técnica para ocultar la identidad de los manifestantes en reemplazo de las capuchas: la máscara no marxista (de Karl) de Groucho Marx. Estas máscaras funcionaron muy bien, y ya se habrían hecho los papeles para importar un container desde China, con un importante aporte dinerario de un ex presidente cuyo apellido empezaría con D.
Sin embargo, no son todas rosas para el jefe comunal Mauricio Macri, dado que ya se habría detectado que un importante comisario de la Policía Metropolitana tendría un pasado "capucha-friendly", que incluso disfrutaría del placer de ocultar su rostro en horas de servicio, lo cual lo haría un criminal de acuerdo a las nuevas normas, cuestión al menos paradójica si hablamos de un policía.

Se investiga en este momento si este policía metropolitano encapuchado además participó en escuchas ilegales efectuadas a los vecinos de Macri, quien las habría ordenado para saber si ellos tenían un hijo homosexual, a fin de denunciarlo para que sea tratado en una institución de salud y "se cure".