Joaquín Morales Solá internado tras ver afiche polémico

Días atrás, periodistas influyentes y Luis Majul concurrieron al Congreso para presentar sus quejas por violaciones a la libertad de expresión ocurridas en la República Argentina. Un afiche callejero anónimo en su contra les había ocasionado temor por sus vidas, y por el futuro del país, dado que según sus argumentos la Argentina no tiene futuro sin ellos vertiendo opiniones en medios masivos.
Joaquín Morales Solá expresó su miedo a que la escalada de violencia contra prestigiosos periodistas terminara con uno de ellos muerto.
Pero a pesar de las quejas, los afiches en contra de estos periodistas independientes que trabajan en relación de dependencia en importantes medios de comunicación parecen reproducirse cual conejos en madriguera pequeña, multiplicando hasta el infinito el profundo dolor ocasionado a los comunicadores atacados.
Ayer a las catorce horas, Joaquín Morales Solá se acercó hasta un banco del microcentro porteño a cobrar uno de sus salarios, y cuando caminaba hacia una financiera para adquirir dólares y transferirlos a una cuenta en el exterior del país, se encontró con un afiche callejero que lo hirió profundamente, casi de muerte.
El afiche en cuestión tenía su sonriente cara y decía "Me gusta ir a la cancha, la cerveza y la cumbia". Abatido e indignado, Morales Solá se arrodilló en la acera y mirando al cielo gritó "¿¡Por queeeé!?". La gente a su alrededor quedó pasmada al verlo tomarse el lado izquierdo del pecho con ambas manos y caer desmayado.

Un médico que se dirigía a vender cheques por la zona pudo atender en el momento a Morales Solá, salvándole la vida. Al respecto el doctor dijo que "Joaquín sufrió una descompensación por el profundo dolor que le ocasionó un nuevo ataque a su persona, identificándolo con lo más repugnante y bajo de nuestra sociedad", y luego explicó que "le salvé la vida primero porque es mi deber, y además porque tengo algunas acciones de empresas nacionales que me interesa cuidar".
El periodista fue trasladado al Hospital Naval Buenos Aires, solamente porque estaba cerca del lugar del hecho, y luego de dos horas de atención sanitaria pudo retirarse a su domicilio. Cuando salía del hospital, Joaquín Morales Solá declaró ante la prensa y dijo que "quiero que la sociedad entienda que los periodistas no podemos ser juzgados ni como ciudadanos comunes ni por ciudadanos comunes, porque no lo somos. Somos como los militares, que tienen tribunales especiales para ser juzgados, tribunales compuestos por otros militares que tienen mayor capacidad de entender a quienes juzgan".
Indagado sobre qué periodistas podrían formar un tribunal para juzgar su comportamiento profesional, Morales Solá expresó que "podría ser cualquier periodista que sea gente como uno, que defienda la libertad de expresión y al país, como Ari Paluch, Chiche Gelblung, y el Dr. Mariano Grondona que sabe mucho del estado de derecho y siempre ha bogado porque sea respetado".
Según anunció un familiar de Morales Solá, la semana próxima el periodista dará una explicación de lo ocurrido y de su grave sufrimiento, en su programa que se emite en la señal de cable Todo Noticias (TN).