Colección "¿Cómo te explico?". Hoy: El sexo

El diario La Nación lanzó hace poco una bella colección de revistas que por solo $9,99 nos enseñan a educar a nuestros hijos en los temas más complejos del universo conocido. Así, se dan pautas para explicar la muerte, la felicidad y temas casi imposibles de desarrollar ante un infante como "¿Cómo te explico que llega un hermanito?", "¿Cómo te explico que me quedé sin trabajo?", "¿Cómo te explico la pobreza?", "¿Cómo te explico la inseguridad y cómo cuidarte?".
Con el mismo espíritu e ideología de La Nación, presentamos nuevos capítulos de la colección, que abordan otros temas de difícil elaboración para los señores padres. Si usted quiere ser un buen padre, sin dudas además de comprar todos y cada uno de los fascículos de la colección de La Nación, debe leer este artículo y los próximos que se publicarán por este medio.

¿Cómo te explico el sexo?

A fin de explicarle de manera gráfica a su hijo qué es y cómo debe ejecutarse el sexo, tome un par de cepillos de dientes, de ser posible uno de color rosa para representar a la mujer y otro de color celeste para representar al hombre. También tenga a mano un pomo de pasta dental.
Una vez hecho esto, posicione la cabeza del cepillo-macho a la altura del pubis del cepillo-hembra y explíquele a su niño el "juego previo".


Luego pase detallar lo que usualmente se conoce como "la penetración" y déjele claro que mientras ocurre esto, debe besar a su pareja insistentemente, porque el sexo se hace sólo cuando hay amor. También es importante explicarle al menor a su cargo que los cambios de posiciones responden a la necesidad de descansar de uno y otro a fin de llegar al final de la relación venérea de manera adecuada y sin sudar en demasía.


Corresponde ahora explicarle al infante cómo se logra romper la barrera natural del ano y porqué esto se hace necesario. Por último, detalle paso a paso la culminación de la relación sexual, que ocurre cuando el varón (o macho) logra eyacular. Utilice pasta dental para explicitar claramente a qué se refiere, sin dejar nada librado a la imaginación del menor, dado que esto significaría seguramente malos entendidos y posteriores dolores de cabeza para usted que es un magnífico padre pero que de todas formas corre el riesgo de que su hijo "le salga torcido" por las malas compañías que pudiera llegar a tener en la adolescencia.