Tras el incidente con Beatriz Sarlo
Está internado en estado reservado en un hospital kirchnerista. Debido a un descuido se precipitó desde lo más alto del pedestal al que se sube para hablar sobre los demás en el programa 678. Desde allí habitualmente ataca a todo aquel que no piense como él, en realidad como sus "jefes", a la vez que desmerece cualquier crítica hacia el gobierno y apaña los errores de la gestión oficial. La producción del ciclo que se emite por Canal 7 teme no poder encontrar a alguien tan obsecuente y funcional. Mientras realizarán casting entre bloggeros K y pedirán presupuesto a varios "periodistas" supuestamente independientes.
Los panelistas del ciclo Carlos Barragán y Sandra Russo denuncian que la caída no fue un accidente sino un intento de homicidio orquestado por la oposición. El inexplicable panelista "Cabito" confió que desde el martes el periodista se la pasaba repitiendo "Conmigo no, Barone", citando las palabras que le espetara la escritora Beatriz Sarlo. Por su parte Luciano Galende, conductor del programa, cree que tras el ataque se encuentra Elisa Carrió, quien envidia que "Barone es la verdadera reserva moral del país".
Entre tanto, funcionarios oficialistas deslizan por lo bajo que se cuidarán más que nunca porque ahora no está "la espada justiciera del inefable Barone" para defenderlos. Algunos, temen que ahora sea posible un golpe de estado. Ampliaremos...
Said
De que altura cayó? unos 300 metros? por que el ego del viejo es enorme pero sobre todo injustificado.
Said
Que torpe que es Barone, el mismo cae en su propia lógica. Le pega Sarlo porque trabaja en La Nación y él no solo trabajó en el mismo diario hasta hace unos años, si no que además trabajó en Clarín durante la dictadura. ¿Con qué cara sale a acusar a los demás? Viejo patético.
Said
Aguante barone, la historia lo hara grande
Said
Lo hara grande???
Como el sueldo que gana ,este genuflexo ex empledo de Neustadt!!!!
Said
Seh, como quieran, pero Sarlo prefirió un ad hóminem a enfrentar el planteo. Me da la impresión de que Barone no esperaba esa deshonestidad de ella.