Iglesia Católica pide cambio de nombre de las facturas “bolas de fraile”, “suspiro de monja” y “sacramentos” por "pelotas de mahoma", "exhalación de monje tibetano" y "shalomes"

La iglesia católica sigue preocupada por los grandes temas que aquejan a la humanidad. Por eso, ayer por la tarde y luego de un extenso concilio que duró doce días, prelados argentinos emitieron un comunicado exhortando a que se modifiquen los nombres de algunas facturas que se venden en las panaderías argentinas por considerarlos blasfemos.
En la epístola, los religiosos indican que "además del cristianismo, existen otras religiones (equivocadas, por supuesto) muy difundidas en el mundo: el judaismo y el islamismo, ¿por qué solamente los católicos tenemos que llevar la pesada carga de que haya facturas en nuestra contra? ¿no les ha bastado con lo que le hicieron a Jesús?".
Por esto, la Iglesia Católica pide a la Unión de Panaderos que se cambie el nombre de las “bolas de fraile”, “suspiro de monja” y “sacramentos” por "pelotas de mahoma", "exhalación de monje tibetano" y "shalomes".
La disputa lleva más de un siglo sin resolverse. Comenzó en 1887, cuando la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, de ideología anarquista, bautizó con cierta ironía las distintas variedades de facturas (masas horneadas) que todavía hoy se venden en las panaderías.
A fin de no extralimitarse, los prelados explicaron que no reclamarán por las 'tortitas negras', porque "aunque sabemos que se refieren a la condición sexual de las monjas que visten de oscuro, nos parece inadecuado ser nosotros los que hagamos esa interpretación".
Los curas católicos aseveraron que no harán un reclamo conjunto con las fuerzas de seguridad por otras facturas como las 'bombas de crema', los 'cañoncitos de dulce de leche', y los 'vigilantes'. Pero aclararon que "si al reclamar las fuerzas de seguridad por este tema a la Ministra Garré, y no obtener resultados positivos, decidieran un golpe como solución, apoyaremos como siempre, porque los nombres de las facturas además de ser blasfemos, son sediciosos".