"El Dios de la publicidad de Quilmes es brasilero", por Ángels Kappa

"Hola, hola hola, hola me escuchan, hola hola, me escuchan argentinos, si, si soy yo, falta poco, y quería decirles algo, fui yo el del palo en el ultimo minuto contra holanda en el 78, fui yo el del travesaño contra Yugoslavia en el 90, contra Brasil, obviamente fui yo, ¿alguna duda?", dice un supuesto Dios en la publicidad mundialista de la cerveza Quilmes. Claro que este último partido al que hace referencia, Argentina 1 - Brasil 0, se jugó en 1990. Años después la cervecería Quilmes fue comprada por una firma brasilera (dueña además de Bhrama). Desde entonces, ese Dios de la publicidad, se pasa por el culo a Argentina y apoya a Brasil. Claro, ahora estamos ganando y ese Dios se quiere pegar a los triunfos argentinos por si los brazucas se quedan afuera, pero bien que hace 20 años que se caga en nosotros.
Además, ¿qué onda?, ¿por quén prueba cuando habla como si fuera un micrófono si es Dios?. Otra: ¿quien le hace el sonido?.
Cito: "pero no fui yo el que guapeó contra los tres de naranja, no fui yo el de los reflejos increíbles, Dios mío". ¿Dios mío?, ¿pero no era Dios?
Sigo: "recen, pidan, prometan, llenen los bares, las calles, las casas, las oficinas, y amen a estos colores". Claro, por que "estos colores" son justamente los mismos que los de la etiqueta de la marca.
Hay más, ¿por qué pide que "llenen los bares"?, ¿no es demasiado obvio su interés por vender cerveza?.
Encima ahora salió de nuevo a hablar de este mundial, ¿no tiene nada mejor que hacer?. ¿Y a qué no saben que pide de nuevo?: "llenen los bares".
Pero, la gran pregunta es: si es Dios y es la primera vez (por lo menos en dos mil años) que se dirige a los mortales, ¿no hay temas más importantes de los que hablar además del fútbol?. No sé, pónele el terremoto en Haití. O, si querés hablar de Sudáfrica, el hambre o el apartheid. O, si le pinta charlar sobre Argentina, que comente algo del Bicentenario, que se yo. Porque Dios hace dos milenios que no sale a hablar y que se ponga a hablar del mundial me hace un poco de ruido. Además, ¿no hubiera sido mejor llamar a una conferencia de prensa? Hubiera sido mucho más organizado y seguro que generaba unas expectativas bárbaras.
Por otra parte los muchachos de Quilmes deberían saber que esto de citar a Dios en las publicidades puede traer consecuencias nefastas. Si no pregúntenle a Pascualito Rambert que por hacerse el vivo y meterle un gol de penal, Dios lo castigó y poco después le cagó la carrera.
Y para peor la cerveza Quilmes cada vez viene más fea. Es horrible y encima te hace doler la cabeza. Así que no me jodan y no me la vengan a vender intentando apelar a un sentimiento nacional. Es como yo digo: ese Dios es brasilero, y espero que no me rompa más las bolas...


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