Siete acepciones de la palabra “goma”

Emma Stuart era una joven muy bonita y simpática que vivió en las afueras de Manchester hasta los 23 años, cuando ganó el Concurso Europeo de Lengua Española, y por su perfecto dominio del idioma castellano fue premiada con un viaje a la Argentina.
Su primer día en nuestra tierra no fue nada fácil. En el lobby del hotel un hombre la piropeó: “Que buenas gomas, mamasa!”, Emma preguntó al botones del hotel el significado de la palabra “goma”. El botones le explicó que “goma” tenía muchas acepciones en la Argentina, pero que todas ellas eran simpáticas. Como gesto de agradecimiento invitó al muchacho a que luego a las 20 horas se encontraran en el bar del hotel para tomar unos tragos. Emma se despidió muy jocosa: “Chau, goma”.
Entonces tomó un taxi hasta Palermo Hollywood y al querer pagar con 50 libras, el chofer le dijo que si no tenía cambio mejor le tirara la goma y listo. A Emma le pareció bien y entonces lo invitó unos tragos a las 20 horas para pagarle el viaje. Luego de dar unas vueltas por la zona se dio cuenta de que en Palermo Hollywood no hay una goma para hacer y se tomó el colectivo hasta calle Santa Fe, donde en un kiosco encontró una revista muy vieja que en la tapa tenía una foto de “goma-goma”, le preguntó al quiosquero que era “goma-goma” y este le dijo que “goma-goma es tu amigo y en invierno se hace abrigo”. También fue invitado al bar a las 20 horas. El quiosquero prometió lavarse bien la goma para el mitin y Emma sonrió.
Nuestra amiga Emma continuó su caminata y en la puerta de un colegio presenció una pelea entre dos estudiantes adolescentes. “Vengan todos que se armó goma entre dos nabos de cuarto año!”, gritó un muchacho de flequillo adherido a la frente con gel.
Finalmente, Emma decidió caminar por calle Florida y escuchó a un barrendero que decía que le importaba una goma lo que pasaba en el país, Emma pensó que cuanta goma había en esta tierra austral, y también invitó a este señor al bar.
Así fue como a las 20 horas Emma entró al bar del hotel y se encontró con todos los amigos que había hecho en el día. Los saludó diciendo: “Hola, amigos de la goma”. Luego de unos tequilas, la subieron entre todos a la habitación, y sin dudarlo un instante la hicieron de goma.