Además hay otros 300 en la cuerda floja.Francisco De Narváez, el principal empleador del país luego del Estado, decidió despedir a 200 de sus asesores porque la justicia impugnó a cinco candidatas de su partido.
Si bien De Narváez denunció en los medios de comunicación –los suyos propios- una “persecución política del kirchnerismo”, en su fuero interno responsabilizó a algunos de sus asesores de que “el armado electoral esté echo para el culo”, y se lamentó de haber hecho caso a Mauricio Macri e incluir en las listas a “gente como uno, que use perfume y que represente al ciudadano promedio del segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense”, en vez de aceptar los consejos de Felipe Solá que proponía incluir a “gente que viva en la provincia de Buenos Aires y sea peronista”.De Narváez además manifestó que “como dice el tatuaje que tengo en el cuello, toda crisis representa una oportunidad, con este lío pude despedir a 200 empleados sin pagar indemnizaciones, justo cuan ando corto de efectivo, porque tenía que ir a buscar una plata a México pero con esto de la gripe porcina no pude viajar”.
De Narváez apelará las impugnaciones en la justicia, pero para llenar los casilleros del cupo femenino ya habría solicitado a Felipe Solá que consulte a intendentes peronistas y punteros para que aporten nombres de sus esposas, secretarias, novias, amantes y putarracas de cabaret, como se ha hecho siempre en el peronismo”.
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